Dentro de treinta años, cuando el capitalismo neo-keynesiano haya conquistado el planeta, el mundo se dividirá en tan sólo dos tipos de países, naciones, colectivos : los educados y los maleducados.
Aquí, en los países nórdicos, la educación es un valor, no una virtud como para nosotros. Quizá los anglosajones son los que han adoptado el mejor equilibrio: virtudes públicas, vicios privados. Aquí, en Dinamarca, donde el príncipe Hamlet se preguntaba sobre la vida, o, en Suecia, donde Bergman filma la muerte, los días transcurren plácidos y tranquilos, excepto cuando se oyen a lo lejos unos gritos o voces: españoles o italianos.
Ellos tienen a Hamlet, Bergman, Bille August y nosostros tenemos a Cela y Almodóvar. Cada cual lo que se merece. Ellos vienen de Ibsen y nosotros del Lazarillo.
Pero, por mucho que admiremos este civismo, por mucho que incorporemos esa educación a nuestros actos, por mucho que aprehendamos esta civilización,cuando hay una cola infinita en la sala de embarque o cuando descubrimos una manta de las líneas aéreas en nuestro asiento, la tentación de colarse y de coger la manta es superior a nosotros.
Total, que nos hemos colado y hemos cogido la manta.
Lo dicho, venimos del Lazarillo.
En fin.
Ya estamos en Copenhage, donde hemos estado paseando por el centro y por los canales adyacentes.
Aquí, en los países nórdicos, la educación es un valor, no una virtud como para nosotros. Quizá los anglosajones son los que han adoptado el mejor equilibrio: virtudes públicas, vicios privados. Aquí, en Dinamarca, donde el príncipe Hamlet se preguntaba sobre la vida, o, en Suecia, donde Bergman filma la muerte, los días transcurren plácidos y tranquilos, excepto cuando se oyen a lo lejos unos gritos o voces: españoles o italianos.
Ellos tienen a Hamlet, Bergman, Bille August y nosostros tenemos a Cela y Almodóvar. Cada cual lo que se merece. Ellos vienen de Ibsen y nosotros del Lazarillo.
Pero, por mucho que admiremos este civismo, por mucho que incorporemos esa educación a nuestros actos, por mucho que aprehendamos esta civilización,cuando hay una cola infinita en la sala de embarque o cuando descubrimos una manta de las líneas aéreas en nuestro asiento, la tentación de colarse y de coger la manta es superior a nosotros.
Total, que nos hemos colado y hemos cogido la manta.
Lo dicho, venimos del Lazarillo.
En fin.
Ya estamos en Copenhage, donde hemos estado paseando por el centro y por los canales adyacentes.
3 comentarios:
estoy de acuerdo con todos tus comentarios
acerca de las diferencias básicas
entre el caracter nordico y noso-
tros los hispanicos sureños a pesar
de n.catalanismo
será el sol? el Vino? las mujeres?
o todo a la vez? qui lo sá??
Estoy comprobando que mis comentarios realizados a las p.ejemplo a las 22,23, se indica
en el blog a las 16,23.Porque esta
dif.horaria? será po la correspondencia
con el viaje anterior a USA-CHINA
etc.???????????????
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