Orson Welles se basó en la vida de William Randolph Hearst, el gran magnate de los medios de comunicación, para elaborar su genial Ciudadano Kane. A Hearst nunca le gustó la película ni lo que ésta insinuaba, y , de hecho, intentó prohibirla o secuestrarla. Hearst fue un megalómano que dedicó los últimos años de su vida a construir un gran castillo en San Simeón, en la California central. Invitaba a los grandes protagonistas de la época cada fin de semana: actores, empresarios, políticos, deportistas,... todos acudían a la llamada de Hearst para pasar unos días en ese castillo-mansión que tenía todo lo que se pueda imaginar: todas las especies botánicas, un zoo propio hasta con osos y leones, piscinas, pistas de tenis, grandes habitaciones. Eran famosas, en su época las fiestas de Hearst.
Después de dar una vuelta por la elegante y tranquila San Luis Obispo, hoy hemos ido a ver el castillo de Hearst, que, curiosamente, es la segunda atracción turística de California: la primera es Disneyland. Nos han pasado una película hagiográfica de la que me hubiera gustado saber la opinión de Welles al respecto. Vamos, un angelito el Hearst ( hasta provocó una guerra -para vender más periódicos- con sus soflamas periodísticas...)
Si bien la película de Welles, tal y como él reconoció, no pretendía ser una biografía al uso, sí le sirvió para renovar el cine moderno así como para lanzar un mensaje: en su lecho de muerte, Kane-Hearst recordaba su trineo Rosebud, cuando vivía con su madre, apenas con recursos... Es un tópico, pero no por ello menos cierto: nuestra verdadera patria es nuestra infancia.
El castillo es una mezcla de estilos desconcertante porque Hearst era un buen coleccionista de arte y quiso exponer todos los estilos a la vez: renacimiento, Grecia, arquitectura española,... todo un cóctel que, aunque espectacular, a veces bordea el mal gusto.
Bordeando la costa por una carretera parecida a la de Tossa, con unas vistas espectaculares y cambiantes, por la tarde hemos llegado a Carmel -donde vive Clint Eastwood- y Monterey, dos preciosas poblaciones ancladas en una magnífica bahía en cuyo puerto campan a sus anchas las focas y los leones marinos. Monterey tiene, además, uno de los acuarios más interesantes del mundo, que visitaremos mañana.
Hemos actualizado la entrada de ayer, publicando más fotos.