LA CIUDAD TRANQUILA

Por fin hemos solucionado los problemas tecnológicos y pasamos ya a publicar nuestro blog.

Ayer estuvimos callejeando por el centro histórico de Estocolmo, el Gamla Stan, desde el Palacio Real hasta las callejuelas que se adentran hacia el centro de la isla. Estocolmo es la suma de una catorce islas todas ellas unidas por puentes, hecho éste que amortigua la sensación de estar saltando de isla en isla continuamente.

A mediodía nos fuimos a otra pequeña isla, Skeeppsholmen, en la que están, entre otros, el Moderna Museet, Museo de Arte Moderno diseñado por Rafael Moneo, y el Museo de arquitectura. Ibamos con la intención de intentar ver El Grito de Munch, pero apenas había alguna obra de él. Comimos en el museo y, por la tarde nos fuimos al centro de la ciudad, donde, inevitablemente, entramos en algunas galerías comerciales y vimos el Centro cultural de Estocolmo, un moderno edificio de cristal que alberga diversas iniciativas culturales de todo tipo y que visitaremos en los próximos días. Así como el centro de muchas ciudades españolas está colonizado por Inditex ( Zara, Massimo dutti, etc...), aquí, en Estocolmo, el dueño de esquinas y lugares estratégicos es, cómo no, H&M.

Por la noche cenamos en un restaurante español que hay junto al hotel y nos fuimos a dormir.

Hoy nos hemos levantado más temprano y, después de un copioso desayuno ( el buffet del hotel es espléndido) nos hemos ido en un barco a visistar Djurgarden, una isla que es una gran parque y en la que hay varios museos. Hemos visitado el Vasamuseet, un excelente museo en cuyo interior descansa el navío de guerra Vasa, que se hundió en el puerto de Estocolmo en 1628, en su primera travesía . El barco fue rescatado en una operación alarde de ingeniería de la época y se ha conservado bastante bien.

A mediodía hemos vuelto al casco antiguo y hemos ido al Museo de los célebres Premios Nobel.

Por la tarde hemos dado en barco una vuelta por toda la parte este de Estocolmo, rodeando la isla de Djugarden.

Hemos cogido provisiones en un supermercado cercano y nos hemos ido al hotel, que Edgar quería ver el partido de España.

Estocolmo tiene una luz muy limpia y, en verano, muy duradera. Apenas es de noche unas cuantas horas y, aunque al principio es extraña la sensación de que a las 10 de la noche haya una luz espléndida, luego te vas acostumbrando.